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Entrevista a Alba para el estudio sobre «EL TRABAJO AUTÓNOMO: LA SOLUCIÓN PARA LA DESPOBLACIÓN»
Se trata de un estudio que se realizó el pasado mes de febrero sobre «EL TRABAJO AUTÓNOMO: LA SOLUCIÓN PARA LA DESPOBLACIÓN» para LA DIRECCIÓN GENERAL DEL TRABAJO AUTÓNOMO, DE LA ECONOMÍA SOCIAL Y DE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL DE LAS EMPRESAS. MINISTERIO DE TRABAJO, MIGRACIONES Y SEGURIDAD SOCIAL.
Dentro de las diferentes fases que engloba el estudio, una de ellas está dedicada a la realización de entrevistas, a una serie de figuras representativas del ámbito institucional, de las administraciones locales, de los representantes de las asociaciones de desarrollo rural y de casos de éxito de emprendedores y trabajadores por cuenta propia instalados en municipios pequeños. La información que nos aportan todos ellos con su visión, sus opiniones y experiencias, nos permitirán acercarnos más a la realidad y poder profundizar en el análisis para desarrollar las conclusiones y propuestas de mejora.
A continuación os dejamos la entrevista que le realizaron a Alba Chesa Cabrero, creadora de la empresa de cosmética natural, Saponäria organics, en Albelda (Huesca).
Licenciada en Ciencias Ambientales, descubrió su verdadera vocación en el mundo de la cosmética cuando realizó un curso de saponificación en frío. Desde entonces, no ha dejado de formarse hasta llegar a producir su propia marca de cosmética natural, Saponäria organics. nacida de su pasión por la naturaleza.
Saponäria organics, es un proyecto ligado a la tierra y a la sostenibilidad, donde se elaboran productos naturales para la higiene corporal de toda la familia a partir del aceite de oliva orgánico e ingredientes ecológicos de Km0. Una empresa que surge con gran esfuerzo y frente a las barreras y adversidades administrativas con las que se encuentran las autónomas y autónomos en nuestro país a la hora de emprender sus negocios.
Alba comenzó su andadura de elaboraciones de jabón en frío hace 10 años, durante este tiempo ha ido evolucionando y creando más productos, hasta este año que ha abierto su primera tienda física, donde se pueden comprar sus productos y también se pueden encontrar otros cosméticos naturales y orgánicos de otras marcas que trabajan con ella en el mismo laboratorio.
Estudiaste fuera y después te marchaste a Sudamérica, donde realizaste tu proyecto fin de carrera y a pesar de ello regresaste a tus raíces, ¿qué es lo que te motivó a volver?
Mi viaje a Sudamérica aunque fue un gran aprendizaje sabía que tenía facha de regreso. Después de presentar el proyecto en la Universidad llegaba el verano, me salió un trabajo justo en mi pueblo y ya me quedé allí.
¿Cuáles crees que son las principales oportunidades para las personas que viven actualmente en las zonas rurales? ¿Y los principales desafíos a los que se enfrentan?
En las zonas rurales, creo que la vivienda y los servicios son más baratos que en las ciudades. Además, si estás cerca de familiares y vecinos es más fácil la conciliación. El gran desafío es dotar de servicios a estos pequeños pueblos con menos habitantes. Al no ser rentable, nos tenemos que desplazar siempre hacia las ciudades o pueblos más grandes para casi cualquier cosa.
En tu caso Alba, con tu proyecto de vida, luchas contra dos realidades, la despoblación y un mundo sostenible.
Sí es una lucha, ésta no ha sido consciente. Supe bien temprano que quería vivir en el lugar dónde había crecido e intentar desde allí desarrollarme profesionalmente en algo que tuviera sentido para mí y relacionado con mis estudios.
¿Cómo surgió la idea de crear Saponäria? ¿Qué es lo que te motivó a hacerlo?
Ha sido un proceso muy lento y he ido moldeando el proyecto a lo largo de estos años. Desde el primer contacto que tuve con el mundo del jabón, supe que quería dedicarme a ello de alguna manera u otra. Siempre me ha interesado la botánica y las propiedades de las plantas y formarme para poder crear con ella productos que pudieran cuidar nuestra piel, ha sido todo un desafío.
¿Qué valores buscabas en tu firma Saponäria?
Nuestros productos son veganos y ecológicos, e intentamos en la medida de lo posible trabajar con materias primas de Km0. Desarrollamos nuestras fórmulas para que un único producto, cumpla con más de una función y de forma que con muy poca cantidad ya tengamos suficiente para aquello que está desti- Sección III Entrevistas · 159 · nado. Además, trabajamos sin perfume, para que los pueda utilizar toda la familia independientemente del tipo de piel, alergias, edades o diferentes procesos por los que pasan nuestros cuerpos a lo largo de los años como embarazos, lactancias o algunas enfermedades.
¿Cómo es el proceso de producción? La cosmética natural implica consumo responsable y también ética a la hora de la formulación del producto. ¿Es complicado el testado?
El proceso que tiene lugar hasta que un producto sale al mercado es largo y caro. Desde que se detecta una necesidad y empiezas a pensar en la fórmula del producto, vienen unas primeras pruebas hasta ajustar la fórmula. Una vez tienes la fórmula final, se manda el producto al laboratorio para someterlo a los diferentes análisis y se debe elaborar un expediente de seguridad de uso. Una vez tenemos el OK de todo ello, ya es cuando se fabrican cantidades más grandes y salen los lotes de producto a la venta.
Respecto al testado, el cliente sigue teniendo dudas porque hay mucha desinformación al respecto, pero la legislación es clara al respecto, desde 2009 está totalmente prohibido testar cosméticos en animales, así como los ingredientes que formen parte de ellos. Así que, los sellos de cruelty free que se ven en algunas marcas son puro márketing. De todas formas, si se pudiera, no tendría mucho sentido en una marca pequeña, bio y vegana como la nuestra.
¿Cómo consigues hacer frente al coste económico que supone para una marca artesanal que su producción es en pequeñas cantidades y tiene que competir con las que producen miles de unidades y ambas tenéis que cumplir con la misma normativa?
Si que es cierto que cumplimos la misma normativa y nuestra fórmula ha sido la del asociacionismo. Nos hemos unido varios proyectos similares para compartir servicios e instalaciones y hacer frente así a los elevados costes económicos que supone un laboratorio cosmético. Respecto a la competencia es algo que hace tiempo hemos dejado atrás. Con las marcas más grandes no competimos porque no ofrecemos el mismo producto y tenemos un público muy distinto. Y con los pequeños proyectos similares al nuestro, trabajamos con ellos codo con codo y la realidad es que se crean amistades y sinergias muy bonitas. En nuestra tienda, aparte de nuestros productos tenemos otros de proyectos amigos y estamos encantadas.
¿Cómo ha afectado o beneficiado a tu negocio la etapa de pandemia, has tenido que cambiar o reformular tus productos?
Si que afectó. Nosotros veníamos de hacer muchas ferias y de distribuir a pequeños negocios que tuvieron que cerrar. Nosotros aprovechamos el tiempo para reformular nuestros productos, reafirmar nuestros valores y ver hacia dónde nos queríamos dirigir.
¿Piensas que estamos evolucionando hacia el consumo sostenible y que nuestro consumo es más consciente?
Poco a poco sí, va cambiando la forma de consumir. Nosotros aquí lo hemos visto, y lo que en los años de pandemia todo era un crecimiento de las ventas online, hoy en día, esto se ha revertido e incluso personas que antes nos compraban online, hoy se acercan a la tienda desde unos cuantos kilómetros por el trato más personalizado o adquirir productos que no están en la tienda online.
Formas parte de la primera asociación de artesanos de jabones de Cataluña, con sede en Montgai (Asociación de Obrador de artesanos Saboners de Catalunya), habéis sido pioneros en España en este sector, ¿qué beneficios ha supuesto para tu negocio? ¿por qué en Montgai, no has encontrado apoyo en Aragón?
Sin el obrador cooperativo de Montgai hubiera sido imposible sacar los productos a la luz ya que la inversión inicial, ya no solamente de crear un laboratorio, sino de toda la documentación técnica e inversión en personal especializado, es muy elevada.
En Aragón no existía un movimiento similar al que encontré allí. Cuando comencé a hacer jabón enseguida me hice socia de la Asociación ya que hacían cursos, talleres y ferias. De allí, nos fuimos conociendo con un grupo de personas que queríamos trabajar a nivel profesional y de ese pequeño grupo surgió l’Associació l’Obrador.
¿Cómo te preparaste para desarrollar tu idea de negocio en el medio rural? ¿A qué servicios acudiste?
Me ayudaron a preparar mi idea de negocio desde la Cámara de comercio de Huesca.
¿Con qué barreras te has encontrado a la hora de emprender tu negocio? ¿Crees que ser mujer es una desventaja a la hora de emprender?
En este caso las barreras han sido muchas, ya que cuando empezamos en esto no había proyectos similares y si los había, como las dificultades para empezar eran tan altas era difícil encontrar información. La legislación cosmética no está adaptada a la realidad de proyectos artesanos.
Respecto al asesoramiento burocrático para abrir un negocio, aquí sí que es más fácil encontrar información.
Hoy en día no creo que sea una desventaja ser mujer para emprender. Creo que quizás optamos además a más ayudas que los hombres. Si además de ser mujer, eres madre, aquí si que se complica la cosa, porque es difícil partirte entre un trabajo que te demanda muchas horas y los hijos que también. Yo he tenido suerte de contar con el apoyo continuo de mi compañero que nunca me ha desalentado y de las abuelas que están ahí cuidando también cuándo hace falta.
Las emprendedoras sois uno de los pilares para fijar la población en las zonas rurales, ¿crees que se facilita el emprendimiento en los entornos rurales y se ofrecen las ayudas necesarias, subvenciones y asesoramiento? ¿en tu caso has podido beneficiarte de alguna ayuda o subvención?
Me beneficié de la capitalización del paro cuando empecé con el negocio y también de las ayudas durante la pandemia.
También nos hemos beneficiado de ayudas por parte de Cataluña destinadas a la asociación.
En las zonas rurales, los autónomos somos un elevado porcentaje de la población trabajadora. Sí que se ofrece asesoramiento a la hora de emprender, pero la realidad es que se nos cuida poco. Como empresas de uno o dos empleados tenemos que cumplir la normativa como cualquier otro empresario con un volumen de negocio 10 veces mayor y eso nos genera unos costes muchas veces insostenibles, además de la ansiedad por saber que lo llevamos todo al día. Por ejemplo, normativa en protección de datos, en seguridad y salud, riesgos laborales, etc. en todos estos casos, sí que hay poca información y te tienes que ir enterando casi al azar.
¿Crees que se podrían mejorar los trámites burocráticos para agilizar y ayudaros en este proceso? Alguna sugerencia
Me consta que, en otros países europeos como Alemania o Francia, dar de alta una empresa te cuesta algo así como una hora. Todo telemático y gratuito. Aquí es una farragosidad de instituciones y estamentos y en cada uno de ellos se debe ir pagando tasas. Es tremendo. Ahora, después del COVID, igual ha cambiado, pero cuando empecé yo tenías que ir a la seguridad social, a hacienda, a las oficinas del paro, al Ayuntamiento…
¿Cuáles crees que son los problemas de género que persisten a la hora de emprender en el mundo rural? ¿Crees que existen desigualdades?
A mí lo que me chirría un poco es que, a las mujeres con un negocio siempre se nos llama emprendedoras, nunca empresarias, como si estuviéramos casi jugando y porque nos es más fácil conciliar (cuando la realidad de los autónomos es que, la conciliación es impensable) pero a los hombres con negocios siempre son más empresarios, o CEOS etc.
Emprender significa comenzar, pero después de varios años ya no tiene sentido la palabra.
¿Cuáles son las mayores dificultades que encuentras en tu trabajo como autónoma? ¿Y los principales retos a los que te enfrentas?
Para mí la mayor dificultad como autónoma es como decía antes, tener que estar informada de todas las últimas normativas que siempre atañen a todas las empresas, independientemente del tamaño que tengan. Y que cumplir con esa legislación, tiene costes muy elevados para los pequeños como nosotros que no podemos ir trasladando a nuestros clientes.
Nuestro mayor reto es que nuestros clientes estén contentos y satisfechos con nuestros productos, la innovación, poder sacar nuevos productos al mercado, estar al corriente de nuevas tecnologías que nos acerquen y faciliten la compra al cliente, etc.
En estos años que llevas con tu proyecto Saponäria organics, ¿qué balance haces de la experiencia?
Soy muy muy feliz de poder dedicarme a lo que me gusta en el sitio que me gusta. Y todo el esfuerzo y sacrificio que he tenido que hacer, me ha merecido con creces la pena. Ojalá, pueda dedicarme a ello por muchos años más, ya que mi mente no para de crear cosas nuevas.
¿Qué recomendaciones les harías a las mujeres que quieren emprender en el medio rural?
No puedo recomendar nada. Creo que el emprendimiento es algo que se lleva dentro, porque por muchas ruedas que vas encontrando en el camino siempre hay como otra fuerza que te empuja a hacer lo que quieres.
Creo que si a tu idea de negocio empiezas a ponerle muchos condicionales no te va a merecer la pena el viaje. Por ejemplo: haría esto pero… ; sería genial si…; entonces mejor busca otra cosa pero si no, le diría que adelante porque si es en lo que piensa todo el rato, en lo que sueña todo el rato, todos los problemas que van surgiendo se van resolviendo y si al final se tiene que cerrar podrá decir que lo ha intentado.
Desde una perspectiva general ¿Cómo ves el futuro en el medio rural?
Pues hay días en los que soy más optimista y otros que no. Nosotros en realidad no vivimos en una zona con despoblación, ya hace unos años que se va manteniendo. Pero si que es verdad que se mantiene a costa de trabajos precarios y de mano de obra barata con mucha rotación.
Las políticas actuales buscan más el volumen, que vengan grandes empresas de fuera para generar muchos puestos de trabajo, pero estos son de baja calidad lo que comporta que la gente no se quede a vivir aquí muchos años. Y a los que de verdad nos queremos quedar a vivir y tenemos hijos que mantienen los pueblos y los colegios abiertos se nos cuida poco.
¿Eres optimista ante el Reto Demográfico que tenemos por delante?
No, los datos hablan por sí solos.
Aprovecho para agradecer a Eva San Pablo del departamento de contenidos de Business +, que contara conmigo para la realización de este estudio.